El Banc d’Arguin

El Banc d’Arguin, preservado y protegido… ¡le encantará!

Hay «amantes de los bancos públicos«… ¡y amantes del Banc d’Arguin! En la canción de Brassens, ellos viven lo mejor de su amor; en la Dársena, ¡usted vive lo mejor de sus vacaciones!

El Banc d’Arguin, clasificado como «reserva natural» desde 1972

El «Thyme-leaved Toadflax»… ¡necesitábamos una planta que rimara con «Arguin» para ocupar estos majestuosos terrenos! Algunas zonas de este banco de arena son inaccesibles para los humanos, y eso es bueno. La fauna y flora protegidas aquí son extremadamente diversas y harán las delicias de sus ojos: insectos, moluscos, crustáceos, vegetación dunar… ¡Mantenga los ojos bien abiertos! Las aves migratorias no se quedan atrás: al igual que usted, el charrán patinegro y el ostrero hacen escala aquí.

Un banco de arena que cambia con las mareas

«¡Sentarse en un banco contigo durante cinco minutos y contemplar las olas con alegría! Bajo la influencia de los vientos y las mareas, el Banc d’Arguin cambia constantemente de forma. En marea baja, el banco de arena (el mayor de la costa de Gironda) tiene 4 km de largo y 2 km de ancho. Según las condiciones del momento, se unifica o se divide, se acerca o se expande. ¡Un verdadero banco de arena «móvil»!

Un día en un banco… ¡como ningún otro!

Puede empezar observando el Banc d’Arguin desde la distancia. Desde la Duna del Pilat, ¡ya es misterioso y poético! Como una frontera, entre las tranquilas aguas de la bahía de Arcachon y el océano salvaje.

Entonces alquile un barco o reserve una plaza a bordo de una pinasse para hacer la travesía y pasar allí el día. No hay puerto de escala a la llegada: se está en el meollo del asunto (en otras palabras, con los pies en el agua). Menos aún tiendas o aseos. Sólo una dosis de calma y sol, el canto de los pájaros en lo alto y una vista privilegiada de los turistas que suben valientemente la Duna du Pilat, enfrente.