El puerto de las ostras

El puerto de las ostras: ¡un hervidero de actividad que despierta los sentidos!

Desde luego, no es el «Puerto de Ámsterdam» de Jacques Brel, pero aquí también hay marineros cantando. Y ostricultores con sus apetitosas ostras.

Bienvenido al mundo de los ostricultores en La Teste de Buch

En pleno centro de La Teste de Buch, sus pasos le conducirán inevitablemente al puerto de las ostras. Aquí, unos 36 ostricultores trabajan cada día, rodeados de tejas encaladas, pinnaces en el pontón patrimonial, boyas y pilas de sacos de ostras. Déjese llevar por esta actividad desbordante y encuentre una cabaña donde degustar nuestras perlas del estanque.

Regálese un pintoresco paseo por un típico puerto de la bahía de Arcachon

Asegúrese de conocer los horarios de las mareas si quiere ver el puerto de las ostras en todo su esplendor. Aquí todo refleja la cultura local. Pinazas y barcos de recreo se codean con las tradicionales embarcaciones de fondo plano de los ostricultores. Todo el mundo va a lo suyo, tan feliz como una alondra tras cada jornada pasada en la cuenca.

Una historia ligada a la de la ostricultura

El puerto ostrícola de La Teste de Buch recuerda que la bahía de Arcachon es tierra de marineros y ostricultores.

En las décadas de 1860 y 1870 surgió aquí la ostricultura. Desde entonces, los pescadores y constructores navales son cada vez más escasos y las casetas de ostras se han adueñado del paisaje. Para preservar la autenticidad del yacimiento y sus actividades, estos edificios están sujetos a una normativa estricta. Ubicación, dimensiones y materiales: ¡nada se deja al azar! Sólo tiene que elegir su terraza, su copa de vino y su surtido de ostras… y su estancia tendrá ese tan buscado sabor a yodo.